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Plantas de dióxido de cloro

El dióxido de cloro es un agente de oxidación y desinfección que se produce in situ a partir de dos agentes químicos como el clorito sódico y el ácido clorhídrico.

Presenta una serie de diferencias frente al uso de otros desinfectantes basados en el cloro libre ya sea mediante adición de hipoclorito sódico, cloro gas o hipoclorito cálcico.

  • Presenta una mayor duración en fase disuelta en el agua y mayor estabilidad frente a la temperatura y la radiación ultravioleta.
  • La concentración necesaria para lograr una desinfección adecuada es inferior a la requerida con aplicaciones de desinfección mediante cloro siendo necesario un valor mínimo de únicamente 0,05 ppm de dióxido de cloro.
  • Los tiempos de reacción mínimos para lograr una desinfección también soy muy inferiores en comparación a los tratamientos con cloro libre. Un tiempo de retención de 15 minutos es suficiente frente a los tiempos de 60 minutos necesarios en una cloración ordinaria.
  • El aumento del potencial de oxidación ORP mucho más marcado que en una cloración lo hacen más adecuado para su utilización en procesos de oxidación y aplicaciones como eliminación de hierro, manganeso, aluminio, metales pesados y materia orgánica en general.
  • Su efecto es independiente del valor del pH del agua pudiendo trabajar en un rango mucho más amplio sin necesidad de controles del pH.

Dióxido de cloro

En plantas de potabilización de agua el dióxido de cloro es por tanto un producto muy efectivo para realizar la preoxidación de forma previa a cualquier tratamiento posterior. De esta forma se eliminan metales pesados, sustancias orgánicas, trihalometanos, humus etc. Esto facilita la reducción de cloro combinado en el proceso final de desinfección con cloro libre o dióxido de cloro tras la decantación y la filtración.